‘La generación de cristal demuestra que es de hierro’, ‘La generación de cristal se convierte en roca’, ‘La generación de cristal solidaria’… Estos titulares en los medios reflejan la respuesta de la Generación Z tras las recientes inundaciones provocadas por la DANA. A menudo etiquetada como una generación frágil, poco profesional y carente de responsabilidad, hoy muestra una cara diferente: la de una juventud comprometida y resiliente. ¿Será que necesitan empresas con valores sólidos y un propósito claro? Analicemos cómo las organizaciones pueden inspirar a esta generación para que den lo mejor de sí mismas, contribuyendo activamente al bienestar social.
Durante la reciente DANA que afectó gravemente a Valencia, los jóvenes de la Generación Z demostraron que, lejos de ser la llamada “Generación de Cristal,” poseen una gran capacidad de entrega, responsabilidad y compromiso social. En medio de la crisis, estos jóvenes se movilizaron con rapidez, organizando redes solidarias y ejecutando tareas de rescate, distribución de ayuda y apoyo comunitario. Su agilidad para responder a la emergencia y su enfoque colaborativo fueron determinantes en momentos de necesidad.
Este ejemplo de iniciativa y sentido de comunidad desafía la percepción de algunos empleadores, quienes consideran que los jóvenes de la Generación Z carecen de preparación o profesionalidad para el entorno laboral. Sin embargo, la respuesta de esta generación en una situación crítica revela lo contrario: cuando encuentran un propósito claro y valores alineados con los suyos, muestran una dedicación y compromiso excepcionales.
Así, el verdadero reto para las empresas para atraer al talento joven es crear un ambiente que resuene con sus aspiraciones. Si las organizaciones logran alinear su visión y valores con los de la Generación Z, podrán inspirarlos a dar lo mejor de sí en el trabajo, al igual que hicieron para ayudar a su comunidad en este momento de emergencia.
La brecha generacional: percepciones y realidad
El reciente estudio de Intelligent.com sobre la Generación Z reveló datos que reflejan una notable brecha generacional. Según las encuestas, uno de cada seis responsables de RRHH prefiere evitar la contratación de jóvenes de esta generación, señalando problemas como la falta de profesionalidad, dificultad para aceptar críticas y un aparente bajo rendimiento. En concreto, el 55% de los gerentes considera que la Generación Z carece de una sólida ética laboral y el 54% cree que estos jóvenes no responden adecuadamente al feed back constructivo.
Sin embargo, esta imagen de una generación «débil» no concuerda con la movilización masiva y el compromiso cívico que muchos jóvenes demostraron durante la DANA en Valencia. Aunque algunos jóvenes pueden necesitar apoyo para adaptarse a ciertos ámbitos laborales, sus respuestas ante crisis y su inclinación por el trabajo colaborativo reflejan una perspectiva valiosa para las empresas. Así, la cuestión central es: ¿cómo transformar esta percepción y aprovechar el potencial que la Generación Z trae consigo?
Lectura recomendada
Valores y expectativas de la Generación Z
Para motivar a la Generación Z en el entorno laboral, es fundamental entender sus valores y expectativas. Este grupo busca no solo un trabajo, sino también un propósito; valora la autenticidad, la inclusión y la flexibilidad. Se sienten atraídos por organizaciones con una misión clara y comprometida, y buscan líderes que promuevan el crecimiento personal y profesional.
Para la Generación Z, es fundamental que las empresas muestren coherencia entre lo que dicen y lo que hacen. Buscan líderes auténticos que compartan abiertamente la visión y objetivos de la organización, y que demuestren una preocupación real por el bienestar de sus empleados y de la sociedad en su conjunto.
Crecieron en un mundo digitalizado, por lo que estos jóvenes han adoptado rápidamente el trabajo remoto y esperan tener la posibilidad de conciliar su vida profesional y personal. Esta flexibilidad es crucial para motivarlos y sacar lo mejor de ellos en el entorno laboral.
La Generación Z aprecia los espacios de trabajo inclusivos, donde la diversidad de ideas, orígenes y perspectivas es bienvenida y respetada. Buscan entornos que promuevan la colaboración y en los que cada persona pueda ser valorada por sus contribuciones únicas.
Para estos jóvenes, el aprendizaje continuo es esencial. Quieren empleadores que les brinden oportunidades para crecer, adquirir nuevas habilidades y asumir nuevos retos. Esto no solo fomenta su motivación, sino que también permite a las empresas retener el talento joven y evitar el elevado coste de la rotación.
Estrategias para motivar a la Generación Z en el trabajo
La experiencia de la DANA en Valencia demuestra que, cuando se les da la oportunidad y el contexto adecuado, la Generación Z es capaz de mostrar una gran capacidad de resiliencia y compromiso. Las empresas pueden desarrollar numerosas estrategias para que los valores corporativos y de la Generación Z estén alineados y sean beneficios para toda la organización.
- Crear espacios de colaboración y propósito compartido: Al igual que durante la DANA, donde los jóvenes trabajaron en redes de apoyo mutuo, las empresas pueden crear espacios donde el trabajo en equipo y los objetivos compartidos sean prioridad. Proyectos grupales y la participación en causas sociales desde la empresa pueden alimentar el sentido de propósito de esta generación.
- Feedback constructivo y abierto: Muchos centennials han sido percibidos como poco receptivos a la crítica. Sin embargo, la clave puede estar en cómo se ofrece esa información. Un enfoque constructivo, con sesiones de revisión que permitan aprender y mejorar, puede ayudarles a desarrollar una mayor confianza en sus habilidades.
- Programas de mentoring: El acompañamiento de líderes experimentados puede ser valioso para la Generación Z. Estos programas no solo les brindan el conocimiento y la orientación que necesitan, sino que también ayudan a construir relaciones de confianza en el lugar de trabajo. Si se completa con mentoring inverso, hará que todos los profesionales aprendan unos de otros y la diversidad generacional se convierta en una fuente de enriquecimiento para todos.
- Proyectos con impacto social: La Generación Z busca un propósito y quiere marcar una diferencia. Las empresas pueden incentivar su motivación al permitir que participen en iniciativas de RSC Estos proyectos no solo benefician a la comunidad, sino que también refuerzan el compromiso y el sentido de pertenencia de los empleados.
- Inversión en tecnología e innovación: La Generación Z ha crecido en la era digital, por lo que valora especialmente la tecnología avanzada en el trabajo. Implementar soluciones tecnológicas que hagan sus tareas más eficientes y que se alineen con su dominio del entorno digital puede ser un aliciente importante.
- Promover una cultura de bienestar: La salud mental es una prioridad para la Generación Z, que ha desafiado el tabú alrededor de este tema en el ámbito laboral. Las empresas pueden responder ofreciendo recursos de bienestar, programas de salud mental y promoviendo un entorno de trabajo saludable y respetuoso.
La Generación Z representa una nueva perspectiva en el mundo laboral, con valores y expectativas muy distintos a los de generaciones anteriores. Aun cuando algunas empresas se muestran reticentes a contratar a estos jóvenes, la respuesta de la Generación Z ante situaciones de crisis, como la DANA en Valencia, revela su potencial para el compromiso, la resiliencia y el liderazgo.
Las empresas tienen la oportunidad de desafiar las percepciones negativas y adaptar sus políticas para crear un entorno que nutra y aproveche las fortalezas de esta generación. Con el enfoque adecuado, la Generación Z puede convertirse en un pilar fundamental para el éxito de cualquier organización en el siglo XXI.