La Inteligencia Artificial se abre paso en nuestro día a día a pasos agigantados. Ha revolucionado multitud de aspectos de nuestro entorno, de la sociedad y de las tareas habituales en diferentes sectores de la economía, así como en diferentes áreas dentro de las empresas como la dirección de Recursos Humanos. Las organizaciones no pueden mantenerse al margen de esta revolución tecnológica si quieren mantenerse a la vanguardia y ser competitivas. Se trata de prepararse para aprovechar al máximo las oportunidades que la Inteligencia Artificial ofrece. ¿Sabes cómo?
Transformación laboral
La aparición de la IA en el mundo laboral ha automatizado muchas tareas que antes requerían intervención humana. Algo que seguirá en aumento en los próximos años. Según el Fondo Monetario Internacional, la IA transformará el 40% de puestos de trabajo en todo el mundo, tanto reemplazando como completando o creando otros nuevos.
En el caso concreto de España, un estudio de Randstad Research y la CEOE asegura que el 46% de las empresas españolas ya integra la IA en alguna de sus funciones. En su mayoría, se trata de grandes y medias empresas que recurren a la Inteligencia Artificial para analizar datos, automatizar tareas administrativas y ofrecer servicios de atención al cliente.
Impacto en el empleo
Esta transformación digital, impulsada por la automatización de tareas mediante Inteligencia Artificial, suele generar temor o incertidumbre ante la posible desaparición de ciertos puestos de trabajo. Además, algunos titulares sensacionalistas amplifican esta preocupación, haciendo del impacto de la IA en el empleo uno de los temas más debatidos.
Sin embargo, solo el 2% de las empresas que utiliza IA ha reducido la plantilla. El 98% restante ha eliminado tareas tediosas, mejorado la eficiencia y la productividad al permitir que los trabajadores se centren en cometidos de verdadero valor añadido para la organización.
Está claro que la adopción de la Inteligencia Artificial requiere una estrategia bien definida. Esto cobra aún más relevancia si consideramos que, según el proyecto de innovación social IA+Igual, el 67% del personal del área de Gestión de Talento prevé aumentar su uso en 2025.
La IA en RRHH, una necesidad
Como hemos visto, la Inteligencia Artificial es de gran ayuda en el proceso de análisis de datos y esto es de vital relevancia en los departamentos de Recursos Humanos ya que están constantemente manejando datos sensibles de personas para tomar mejores decisiones.
Diferentes plataformas, soluciones y herramientas ayudan en los procesos de selección de personal analizando y seleccionado candidatos. De esta manera, se agiliza el análisis de currículos, entrevistas y pruebas, y se mejora la calidad de las contrataciones.
La IA también ayuda a evaluar el desempeño de los profesionales contratados y a mejorar su experiencia de empleado gracias a la identificación de sus oportunidades de desarrollo, formación personalizada y planes de carrera.
La Inteligencia Artificial también está presente en soluciones de mejora de la productividad como Hire & Sign, que facilita la gestión masiva, envío y firma electrónica de documentación laboral. Y, por supuesto, la automatización de tareas administrativas como la gestión de nóminas, reduce el tiempo dedicado, los errores humanos y las posibles quejas y sanciones asociadas.
Los principales beneficios de realizar todas estas tareas con el soporte de la Inteligencia Artificial son el ahorro de tiempo y de costes, la reducción de sesgos y la toma de decisiones basadas en datos, además de la seguridad y legalidad de multitud de procesos y documentación confidencial.
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Cómo aplicar la Inteligencia Artificial
Para que la Inteligencia Artificial sea aceptada en una organización y pueda prosperar es necesario crear una cultura corporativa que fomente la innovación, que ayude a derribar las barreras de adopción y la resistencia al cambio de los equipos.
Una comunicación clara a los profesionales de los beneficios obtenidos y casos de uso internos para mostrar el impacto contribuirá a conseguir una mayor implicación de los empleados en todo proceso. Una vez hecho esto será más sencillo avanzar en las diferentes fases de la adopción de la Inteligencia Artificial.
El primer paso para aprovechar al máximo el poder transformador de la Inteligencia Artificial es evaluar los procesos internos para identificar las tareas que pueden beneficiarse de la automatización. Con toda seguridad, serán actividades repetitivas, mecánicas y manuales, sin valor añadido, proclives a los errores y que manejan multitud de datos de diferentes fuentes.
El filtrado de currículos, las evaluaciones de desempeño o el envío y firma de documentación laboral serían ejemplos claros de actividades donde la inteligencia artificial podría agilizar y garantizar una correcta ejecución.
Formación y ética
Otra de las claves para que la implantación de la Inteligencia Artificial en nuestra organización sea un éxito es brindar a los equipos una formación adecuada. En este punto, se hace necesario capacitar a los trabajadores de Gestión de Personas para que adquieran los conocimientos técnicos y las habilidades digitales esenciales que la nueva manera de trabajar requiere.
Por otro lado, la transparencia y la ética en el uso de la IA en RRHH son fundamentales para garantizar procesos justos y equitativos. Los sesgos algorítmicos pueden minimizarse mediante una revisión exhaustiva de los datos utilizados para entrenar los modelos y la implementación de controles que aseguren decisiones imparciales. Las normativas, como el Reglamento de IA de la UE y la Ley de Protección de Datos, juegan un papel clave en la regulación de estas tecnologías y en la generación de confianza dentro de las organizaciones.
Además, explicar a los empleados cómo se toman las decisiones automatizadas les permite comprender mejor los procesos y detectar posibles errores, fomentando así un entorno laboral más justo e inclusivo.
Un nuevo desafío
El impacto de la Inteligencia Artificial en Recursos Humanos no es una cuestión de futuro, sino de presente. Su adopción marca la diferencia entre organizaciones ágiles y eficientes y aquellas que se quedan atrás en un mercado laboral cada vez más digitalizado.
Sin embargo, la clave no está solo en la tecnología, sino en cómo se gestiona su implementación. La innovación debe ir acompañada de formación continua y de un compromiso con la ética y la transparencia en los procesos de selección, evaluación y desarrollo del talento.
Las empresas que sepan combinar el potencial de la IA con una visión estratégica de las personas serán las que lideren el futuro del trabajo.
“Saber gestionar este cambio de paradigma, cómo afecta al comportamiento de las personas y transformar la visión de la función de recursos humanos es el gran reto que tenemos por delante», asegura Raquel Ramírez, directora de RRHH de Otis para Iberia y África.
¿Está tu organización preparada para este desafío?